viernes, 29 de abril de 2011

Juan Pablo II asciende a los altares seis años después de su muerte

Aparte de  su rapidez, la beatificación de Juan Pablo II es también excepcional por ser la primera vez en más de mil años que un Papa eleva a los altares a su predecesor inmediato.


Escrito por DPA - Viernes, 29 abril 2011 06:17

“Era considerado un papa de excepción y, por lo que parece, sigue siéndolo más allá de su muerte: Cientos de miles de peregrinos llegan desde hace días a Roma para asistir este domingo a la beatificación de Juan Pablo II (1920-2005), que se produce apenas seis años después de su fallecimiento, todo un récord de tiempos modernos.

La Ciudad Eterna se prepara de nuevo para una avalancha de peregrinos, después de que en abril de 2005 millones de católicos acudieran al Vaticano para dar su último adiós al carismático papa. Su sucesor Benedicto XVI, en su día uno de sus más estrechos colaboradores, celebrará personalmente la ceremonia en la que será elevado a los altares.

"Vemos con alegría acercarse el día en el que podamos venerar y confiarnos todavía más a la intercesión de este gran papa y testigo de Cristo", afirmó recientemente Joseph Ratzinger, quien poco después de la muerte del pontífice dispensó del plazo de espera requerido de cinco años para iniciar un proceso de beatificación, acelerando así considerablemente la causa.

Con ello, Benedicto XVI obedeció a los gritos de "Santo subito!" ("¡Santo ya!") escuchados desde la multitud durante el concurrido funeral de su predecesor. En su día, también Wojtyla concedió una dispensa similar que permitió beatificar en 2003, también seis años después de su muerte, a la Madre Teresa de Calcuta. No obstante, los procesos de beatificación suelen durar décadas y hasta siglos.

Aparte de por su rapidez, la beatificación de Juan Pablo II es también excepcional por ser la primera vez en más de mil años que un Papa eleva a los altares a su predecesor inmediato, quien fue además el primer pontífice no italiano en 450 años y quien se ganó el apodo de "Papa viajero" con su más de un centenar de giras internacionales.

El postulador de la causa de Juan Pablo II, el sacerdote polaco Slawomir Oder, afirmó que en el proceso de beatificación se trabajó de manera profunda e intensa. El supuesto milagro que abrió las puertas a la beatificación es la curación -según el Vaticano "científicamente inexplicable"- de una monja que sufría de Parkinson y sanó de manera repentina tras rezarle a Wojtyla.

La beatificación coincide con el Día Internacional del Trabajo, en el que también en Roma se organizan conciertos y concentraciones sindicales. Aunque no es probablemente el mejor día para celebrar un evento multitudinario, Benedicto XVI eligió esa fecha por ser el segundo domingo de Pascua el último día en que Juan Pablo II celebró misa antes de morir y que fue dedicado por el fallecido Papa a la "Divina Misericordia".

Miles de voluntarios se han ofrecido para ayudar a los peregrinos en lugares centrales de la ciudad. También se han desplegado miles de policías de tránsito, e incluso "carabinieri" y bomberos jubilados han regresado al trabajo para facilitar el que está llamado a ser evento del año en Roma.

Además de la Plaza de San Pedro, la beatificación será emitida en directo en pantallas gigantes colocadas en seis plazas de la capital italiana. El acceso a la ceremonia en el Vaticano es gratis y no se precisa ninguna entrada. La Prefectura de la Casa Pontificia alertó sobre impostores que trataban de vender tickets en Internet.

Cuando se anunció en enero el día de la beatificación, en Roma se agotaron de golpe las habitaciones, en parte a precios astronómicos. Los peregrinos llegan ahora desde Polonia, Francia, Alemania, España y América Latina y en ocasiones pueden hasta albergarse en habitaciones de 15 metros cuadrados con ocho literas. Ante los elevados precios, desde Polonia se prevé sólo la llegada de unas 32.000 personas, bastantes menos que las previstas inicialmente.

Las festividades comienzan ya el sábado por la noche, con una vigilia de varias horas por Juan Pablo II en el Circo Massimo en la que Benedicto hablará en directo por video a los presentes. Mientras tanto, los restos de Juan Pablo serán trasladados desde la gruta del Vaticano a la Basílica de San Pedro, sin que su ataúd sea abierto.

Después de la beatificación se expondrá el sarcófago para que los fieles puedan rezar ante él, antes de ser recolocado en la capilla de San Sebastián, entrando en la nave principal de la basílica, a mano derecha, cerca de La Piedad de Miguel Ángel. Sobre el marmol blanco se podrá leer lo que muchos esperan ansiosamente: "Beato Juan Pablo II".

Su fecha en el calendario litúrgico se conmemorará cada 22 de octubre, el día en el que celebró oficialmente su entronización en 1978. Sin embargo, la festividad sólo podrá celebrarse por el momento en la diócesis de Roma y en Polonia, pues según el Derecho Canónico los beatos, a diferencia de los santos, sólo pueden ser venerados en sus respectivas iglesias locales.

Para su canonización, el Vaticano debe todavía reconocer un milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo II. Según el postulador de la causa, ya hay catalogados más de 250.

Las beatificaciones y canonizaciones más rápidas de la historia

La beatificación del papa Juan Pablo II (1920-2005) se produce apenas seis años después de su muerte. A continuación, otras de las beatificaciones y canonizaciones más rápidas en la historia de la Iglesia católica:

- Antonio de Padua (1195-1231), teólogo portugués, canonizado por Gregorio IX en 1232, 11 meses después de su muerte.

- Thomas Becket (1118-1170), arzobispo de Canterbury y Lord Canciller de Inglaterra, canonizado por Alejandro III en 1174, tres años y medio después de su asesinato.

- Teresa de Calcuta (1910-1997), monja albanesa naturalizada india y fundadora de las Misioneras de la Caridad, beatificada por Juan Pablo II en 2003, seis años después de su muerte.

- Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975), sacerdote español y fundador del Opus Dei, beatificado por Juan Pablo II en 1992, 17 años después de su muerte, canonizado por Juan Pablo II en 2002.

- Teresa de Lisieux (1873-1897), carmelita descalza francesa y Doctora de la Iglesia, beatificada por Pío XI en 1923, 26 años después de su muerte, canonizada por Pío XI en 1925.

- Luis IX (1214-1270), rey de Francia, canonizado por Bonifacio VIII en 1297, 27 años después de su muerte.

- Alfonso María de Ligorio (1696-1787), obispo italiano y fundador de los Redentoristas, beatificado por Pío VII en 1815, 28 años después de su muerte, canonizado por Gregorio XVI en 1831.

- Pío de Pietrelcina (1887-1968), capuchino italiano, beatificado por Juan Pablo II en 1999, 31 años después de su muerte, canonizado por Juan Pablo II en 2002.

- Gianna Beretta (1922-1962), pediatra italiana, beatificada por Juan Pablo II en 1994, 32 años después de su muerte, canonizada en por Juan Pablo II 2004.

- Edith Stein (1891-1942), carmelita alemana de origen judío, beatificada por Juan Pablo II en 1987, 45 años después de su asesinato en Auschwitz, canonizada por Juan Pablo II en 1998”.

Artículo tomado de la PRENSA GRÁFICA
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COMPARTO CON UDS. ALGUNAS FOTOS PERSONALES DE DIVERSAS OPORTUNIDADES QUE TUVE DE VER DE CERCA A S.S. JUAN PABLO II CUANDO ESTUVE EN ROMA. (Tomadas del album personal de HNa. María Helena Ncholls S. o.p., integrante del CAR)

AUDIENCIA PRIVADA concedida a Monseñor Alfonso López Trujllo y acompañantes, con motivo de su CONSAGRACIÓN CARDENALICIA, febrero 4 de 1983:



 


  

jueves, 28 de abril de 2011

Vaticano detalla beatificación de Juan Pablo II


 

VATICANO, 18 Feb. 11 / 10:02 am (ACI/EWTN Noticias)

La Oficina de Prensa de la
Santa Sede dio a conocer hoy un comunicado en el que detalla los cinco momentos en los que se desarrollará la beatificación del Papa Juan Pablo II el próximo 1 de mayo en Roma, y reiteró que para asistir no es necesario adquirir entrada alguna.

El texto señala que el primero es la vigilia de preparación el 30 de abril que se realizará desde las 8:30 p.m. (hora local) en el Circo Máximo de Roma.

Esta vigilia será presidida por el Cardenal Agostino Vallini, Vicario del Santo Padre para la diócesis de Roma. Al evento, "el Papa Benedicto XVI se unirá a espiritualmente por medio de una conexión en video".

El segundo momento es la ceremonia de beatificación en sí que se celebrará el domingo 1 de mayo en la Plaza de San Pedro en Roma, que será presidida por el Papa Benedicto XVI.

El comunicado reitera lo ya anunciado en distintas oportunidades sobre el hecho que "para participar no hacen falta entradas, pero los agentes de la Seguridad Pública tutelarán el acceso a la plaza y a las zonas adyacentes".

En esta línea, la Prefectura de la Casa Pontificia dio a conocer otro comunicado en el que ratifica que para la beatificación y para las audiencias con el Papa no es necesario adquirir entradas.

Esta precisión se hace ante "el ofrecimiento indebido, sobre todo por Internet, de asistencia y venta de billetes para audiencias y ceremonias pontificias, en particular la beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II".

Este comunicado precisa además que cuando la Prefectura de la Casa Pontificia entrega entradas para ceremonias pontificias o audiencias generales, estos "son siempre gratuitos y ninguna persona física o ente puede pretender pago alguno".

Sobre el tercer momento de la beatificación, el comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede indica que todos los fieles "podrán venerar los restos del nuevo Beato el mismo domingo 1 de mayo, una vez que termine la ceremonia de beatificación. Los restos quedarán expuestos hasta que se agote el flujo de fieles que deseen venerarlos, ante el altar de la Confesión".

El cuarto momento es la Misa de acción de gracias por la beatificación, que está programada para el lunes 2 de mayo a las 10:30 a.m. en la Plaza de San Pedro. Esta Eucaristía será presidida por el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado Vaticano.

El quinto momento tiene que ver con la sepultura de los restos de Juan Pablo II. Esta se realizará en la Basílica de San Pedro, en la Capilla de San Sebastián y se realizara de forma privada.


 

miércoles, 27 de abril de 2011

RECONCILIACIÓN (Tu Cristo.com Testimonio vivo)

¡Feliz Pascua!

¡Cristo ha resucitado! ¡Aleluya! Después del camino cuaresmal, podemos celebrar el día más grande de la historia. Por la Resurrección del Señor se abre para todos los hombres y mujeres del mundo una nueva esperanza, porque celebrar la Pascua no es conmemorar un acontecimiento del pasado, sino una realidad que está sucediendo. Jesús la vivió hace 2000 años, pero ella está actuando todavía en nosotros. El Resucitado sigue sembrando vida en toda la humanidad.

Cristo ha resucitado. Qué reconfortante resulta esta proclamación y esta certeza en medio de tantas noticias, que cada día nos hablan de egoísmo, injusticia, violencia, corrupción y muerte… Porque si el mal quiere conducirnos a la oscuridad y al pesimismo, la Resurrección del Señor nos manifiesta que en la historia camina también un poder de luz, de vida y de salvación, que en Cristo ha comenzado su victoria definitiva.

Esta celebración gozosa de la Pascua del Señor debe comprometernos, de un modo concreto, con el movimiento de la vida que Dios ha puesto en marcha. Hemos sido incorporados a Cristo, muertos con él, sepultados con él, para que vivamos para Dios en él. Es la perfecta solidaridad. Jesús se identificó con nuestras limitaciones y asumió nuestra muerte; nosotros tenemos que identificarnos con su triunfo sobre el pecado y con su vida nueva.

La Pascua de Cristo es nuestra Pascua. Tenemos que aprender a salir de la superficialidad y de la rutina de cada día y entrar en la dinámica del Resucitado para "buscar los bienes de allá arriba". Deberíamos escuchar el anuncio de la Resurrección del Señor como si fuera la primera vez que se proclama y permitir que renueve en serio nuestra vida, dejándonos guiar por una fe viva, una esperanza alegre y un amor creativo.

La luz que hemos encendido en la noche de Pascua debe iluminar todas las incertidumbres y tristezas de nuestra existencia personal y social. La Palabra que hemos escuchado debe guiar y fortalecer nuestros pasos vacilantes, dándonos la seguridad de que Dios dirige nuestra historia. La alianza bautismal que hemos renovado debe mantenernos en el gozo de estar sumergidos en la Trinidad y de haber iniciado un proceso de crecimiento, que no termina jamás.

En la Eucaristía que celebramos, desde la totalidad de su donación, Cristo nos ha introducido en la vida nueva, la vida del amor. Ahora podemos experimentar la Resurrección venciendo el mal a fuerza de bien, entregándolo todo para devolver el movimiento siniestro del egoísmo, que aniquila el proyecto de Dios. La Eucaristía es Resurrección: "el que come de este pan, no sabrá lo que es morir para siempre".

Con esta certeza y estos sentimientos, extiendo mi más cordial saludo de Pascua a los sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos de la Arquidiócesis de Medellín. Con la alegría de Pascua, hago llegar mis mejores votos a todos los servidores, benefactores y amigos de esta Iglesia particular. Con la fuerza salvífica de Pascua, dirijo a todos un llamamiento para que no cedamos en el compromiso y en la esperanza del Reino de Dios. ¡Felices Pascuas! ¡Cristo ha resucitado! ¡Aleluya!

 
 

+ Ricardo Tobón Restrepo
Arzobispo de Medellín

sábado, 23 de abril de 2011

PASCUA TIEMPO DE PERDON Y RECONCILIACION, CAMINO HACIA LA PAZ.

Estamos de fiesta, pues Jesucristo ha Resucitado, y nosotros somos testigos de ello. El es el mismo ayer, hoy y siempre, y se hace muy viva y eficaz su presencia por su palabra y hechos, manifestados realmente en la cotidianidad.
Sentimos como la Iglesia experimenta la alegría que produce el perdón y la reconciliación, y es precisamente la paz que da el Resucitado: PAZ A USTEDES!
Es una paz como regalo de Dios, a un corazón lleno de buena voluntad, que este decidido a desterrar todas las emociones negativas, de rabia, rencor, odios y venganzas, por sentimientos de ternura, misericordia, en definitiva de Amor.
La paz supone que aprendamos a vivir como una gran familia, pues somos seres humanos y a demás hijos de Dios. Esa es la razón por la cual tenemos derecho a la Paz como punto de partida y base de defensa de los demás derechos que son inherentes a nuestra condición humana.
El ejercicio por la paz supone un trabajo de enfrentar los males sociales que dañan el orden y siembra la violencia: aquí la tarea es de todos. Es importante recordar, y grabarnos entre "ceja y ceja" que la edificación de la paz exige una vida de compromiso con la justicia y la solidaridad de tal manera que en la vida económica, social y política se tenga una escala de valores en las que las personas tengan la primacía sobres las cosas, la ética esté antes que la técnica y el espíritu por encima de la materia.
La edificación de una paz que no sea solamente la superación del conflicto armado sino de un estilo de existencia en el que se pueda hablar de una verdadera cultura de la paz, la cual exige que busquemos hacer conocer EL EVANGELIO que educa el ser integral, y además aprendemos a transformar las rabias, odios, rencores y deseos de venganza, en semillas nuevas dejando un lugar para el perdón y la reconciliación. Por eso se debe empezar en el hogar y continuar en el ámbito educativo.
Sostengo por mi experiencia, Que los derechos humanos: la vida, el perdón, la reconciliación, la solidaridad, etc. Son experiencias que se han de aprender en los primeros años de vida.
Les deseo una pascua llena de Paz, como fruto de una experiencia de perdón y reconciliación.
Y RECUERDA COMO SUGERENCIA: "SI ESTAS COLERICO CUENTA HASTA DIEZ ANTES DE HABLAR; SI MUY COLERICO, HASTA CIEN" J. JEFFERSON.

 P. FABIAN ORTEGA.